Alburquerque E, Bleda M, Mena M, Ruiz C. El paciente terminal. En: Mompart MP, de la Fuente M. Enfermería Médico-quirúrgica. 2 ed. Madrid: DAE; 2009: 218-225.
Los cuidados paliativos ofrecen una atención integral al enfermo y a su familia en un momento de alta vulnerabilidad física y emocional. El desarrollo de la terapéutica es abordado por los equipos interdisciplinarios con el fin de prestar una atención integral.
La atención enfermera y el resto del equipo tienen como objetivo procurar el máximo bienestar y la comodidad del enfermo sin olvidar su entorno afectivo más próximo.
La comunicación como instrumento es el punto de partida para poder desarrollar el abordaje terapéutico desde un punto de vista holístico.
El control de los síntomas, la atención emocional y social, el trabajo en equipo y la organización de éste, son los pilares de los cuidados paliativos.
Los cuidados enfermeros desarrollan sus intervenciones en el marco de tres áreas: organizativa, ambiental y físico-relacional.
La importancia de la vigilancia, del control y registro de los síntomas, la detección de nuevos síntomas, así como la alerta ante cualquier situación de urgencia, será vital para una adecuada calidad asistencial. Parte de la actividad diaria de la enfermera es valoración y registro de los síntomas monotorizados (escalas numéricas, de 0 a10, escalas visuales analógicas, escalas de adjetivos, menor intensidad a insoportable).
La evaluación del dolor (y otros síntomas) no es puntual en el tiempo sino un proceso continuo que permite conocer de forma permanente la respuesta del enfermo a las medidas terapéuticas aplicadas, para ello, es preciso disponer de una documentación específica para los registros de enfermería.
El proceso de atención continuada de enfermería, es decir, valorar inicialmente al paciente y a su familia para detectar sus necesidades, elaborar un plan de cuidados, ejecutarlo y evaluarlo, resulta menos complejo que la elaboración de los diagnósticos enfermeros. El abordaje multidisciplinar y multidimensional que caracteriza a los cuidados paliativos dificulta la elaboración de diagnósticos enfermeros independientes (ej. Dolor relacionado con un proceso neoplásico avanzado, deterioro de la integridad cutánea relacionado con la presencia de una lesión). La mayoría de las situaciones que se tratan son problemas reales (no potenciales), por lo tanto, problemas interdependientes (ej. Disnea asociada a la enfermedad terminal, náuseas y vómitos asociados con proceso neoplásico y con la administración de opiáceos).
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