Este blog es realizado por estudiantes de Grado de Enfermería de la Facultad de Enfermería de Albacete y está dedicado a la asignatura de Médico-Quirúrgica.
En este blog iremos plasmando todos los trabajos y progresos realizados durante el curso, esperamos que os guste y os sea muy útil.

Componentes del grupo:


-Sacramentos Martínez Morcillo
-Nieves Moratalla Escribano
-Gema Pérez López
-Rosa M. Roldán Belmonte
-Indalencio Miguel Sánchez Onrubia
-Rosabel Soriano Alcahut



“La enfermería es un arte, y si se pretende que sea arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o escultor, pero… ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del Espíritu de Dios? La enfermería es una de las Bellas Artes, casi diría, la más bella de las Artes” (Florence Nightingale; 1820-1919)

El legado de Florence Nightingale, la dama de la lámpara, ha trascendido más allá de lo que ella hubiera imaginado y es una de las figuras más recordadas y respetadas de la historia de la enfermería.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Bibliografía Nº 8.SIDA. Nieves Moratalla Escribano

Bibliografia: García-Lechuz JM, Cisterna R, Lozano R. El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida: Implicaciones médico-quirúrgicas en la atención del paciente infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En: Navarro M. Aspectos inmunológicos de la cirugía. 1 ed. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza; 1997: 344-347.

He elegido este libro y este capítulo porque trata varios temas sobre el SIDA desde el punto de vista medico.quirúrgico. En especial me interesaba, como personal sanitario que soy, los mecanismos de transmisión.

MECANISMOS DE TRANSMISIÓN DE LA INFECCIÓN
Las vías más importantes de transmisión del VIH son a través de sangre contaminada, por contacto sexual y materno-infantil. Como población de riesgo podemos destacar a los pacientes homosexuales y bisexuales, adictos a drogas por vía parenteral,  pacientes hemofílicos, receptores de transfusiones, recién nacidos de madres infectadas y personal sanitario.
La transmisión a través del contacto con sangre contaminada o sus productos, ha disminuido actualmente gracias a la disponibilidad de pruebas de detección del VIH (detección de presencia de anticuerpos anti-VIH del antígeno p25 o del genoma mediante PCR –reacción en cadena de polimerasa-) en donantes y al calentamiento de los factores VIII Y IX a altas temperaturas antes o después de la liofilización, lo que ha evitado la transmisión en hemofílicos.
La cantidad de células sanguíneas infectadas por el virus se calcula unas 50 veces superior a la cantidad de virus libre. Además aquella es mejor durante la fase sintomática de la infección, sobre todo en pacientes con SIDA y, por tanto, la capacidad de transmitir la infección será mayor. Aunque inicialmente la enfermedad alcanzó una prevalencia elevada entre la población homosexual, actualmente la actividad heterosexual es la responsable de la mayoría de casos a nivel mundial. La transmisión se produce a partir de células infectadas por el virus, presentes en gran cantidad en el líquido seminal, hacia las células epiteliales y existen muchos factores que influyen en la efectividad del contacto (numero de células infectadas, virulencia de la cepa de VIH, área de abrasión en vagina o canal anal, métodos de barrera…) No se ha demostrado la transmisión del virus a través de saliva, orina, sudor, lagrimas, líquidos articular, sinovial, broncoalveolar, ni heces, aunque sí se han aislado mínimos niveles de VIH en ellos. En el liquido cefalorraquídeo sí se han encontrado altos niveles, sin embargo no sería una vía de transmisión corriente.
La transmisión materno-fetal se produce en el 11 a 60% de niños nacidos de madres seropositivas. La posibilidad de transmisión intrauterina o perinatal ha sido confirmada.
Parece que el VIH aislado de pacientes asintomáticos, con la evolución va adquiriendo nuevas propiedades biológicas (aumento de la inducción de sincitios, cinética de replicación más rápida, lisis celular elevada), que intensifican la virulencia típica de las cepas aisladas en pacientes con SIDA.

lunes, 21 de noviembre de 2011

PRÁCTICA 4. OSTOMIAS

PRÁCTICA: OSTOMÍA
La ostomía es la apertura de un órgano interno en la superficie del cuerpo creada quirúrgicamente. Esta nueva apertura originada en esta técnica se denomina estoma.
En cuanto a la finalidad de los cuidados de enfermería se encuentran:

1.- Evitar posibles complicaciones del estoma (como pueden ser afectación de la piel circundante, infecciones, edema , hemorragia etc..,) aplicando correcta técnicas enfermeras(como son la retirada correcta del sistema colector, higiene y  colocación correcta del sistema colector)

2.- Lograr la independencia del paciente, es decir su propio autocuidado para el mantenimiento y limpieza de su propio estoma (para ello el personal de enfermería juega un papel importante, ya que nuestra formación hacia el paciente determinará un correcto estado del propio estoma).

 Dependiendo de donde se haga el estoma en el colon se distinguirá entre una colostomía izquierda (descendente), transversa o ascendente. Cuanto más intestino se extirpe o parte del colon ascendente y/o transverso, las heces tendrán una consistencia mas liquida, debido a que la función absorber agua y electrolitos es dificultada o inexistente en algunos momentos. En cambio, si la colostomía se realiza en el colon descendente las heces presentarán una consistencia más sólida. Hablaremos de ileostomia cuando el estoma se haya realizado con el intestino delgado en su proporción ileal.



TIPOS DE COLOSTOMÍA
- Temporales, pasado un tiempo prudencial se realiza la unión de los extremos del colon no extirpados.
- Colostomía en asa o cañón de escopeta.
- Colostomía de Hartman o colostomía termino terminal.
- Colostomías dobles como la devine o la cañón de escopeta.

CUIDADOS DEL ESTOMA: Es importante antes del inicio de esta técnica, el aporte de información que demande el paciente, así como la utilización de un lenguaje claro, y sencillo, fuera de tecnicismos ya que nuestro objetivo final es la educación para la salud del propio paciente.

a)      Retirada de los sistemas colectores.- esta técnica se realiza  tirando con cuidado de arriba hacia abajo, sujetando la piel con la otra mano evitando tirones. En el caso de bolsas con mas piezas retiraremos el clip de seguridad tirando de la bolsa hacia arriba y hacia fuera para separarla del disco, sujetando el mismo con la mano libre para evitar que se despegue, en caso de que fuera necesario cambiar todo, se realizara la misma técnica.
b)     Higiene del estoma y piel periostomal.- el proceso se realizara:
1.- Lavado con agua tibia, jabón neutro y una esponja suave, con movimientos suaves y circulares desde el interior hacia el exterior.

2.- Secado suave con una toalla mediante toques, evitando fricción de la zona, ya que podemos ocasionar una erosión de la mucosa propia del estoma.

3.-En el caso de que haya vello, hemos de cortarlo, no rasurarlo.

4.- Dilatar el orificio del estoma con ayuda de dispositivos para el mismo( tapones)

c)      Colocación de los sistemas colectores.-  la norma básica a seguir en este paso para la conclusión de la técnica es la colocación  correcta de la bolsa colectora, es decir ha de hacerse de abajo hacia arriba por si emite alguna excreción, además el paciente obtiene de esta forma una visión clara para la propia colocación de la bolsa.  Una vez realizada la higiene (técnica fundamental previa) utilizaremos medidores con el fin de ajustar la bolsa lo máximo posible al estoma (con ello evitaremos complicaciones dérmicas circundantes). Una vez medido, retiramos el film protector de la bolsa y adherimos aplicando una ligera presión, con el objetivo de buscar la mayor adherencia posible y evitar fugas. En otras ocasiones podremos utilizar para complementar la adherencia pastas niveladoras alrededor del estoma, sobre todo en el uso de bolsas de dos o tres piezas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Bibliografía 8. VIH. Rosabel Soriano Alcahut. 21/11/2011

García-Lechuz JM, Cisterna R, Lozano R. El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida: Implicaciones médico-quirúrgicas en la atención del paciente infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En: Navarro M. Aspectos inmunológicos de la cirugía. 1 ed. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza; 1997: 333-355.

He elegido este libro porque explica ampliamente la manera en que un organismo humano hace frente al VIH mediante la respuesta inmunitaria humoral.

Respuesta inmune humoral frente al VIH.

La producción de anticuerpos neutralizantes frente al VIH es una forma de respuesta del huésped ante la infección. Las proteínas virales contra las que primariamente se producen anticuerpos son las de la envuelta gp120 y la porción externa de la gp41. La mayoría de los trabajos coinciden en señalar la existencia de seis regiones de la envuelta del virus sobre las que se dirigen los anticuerpos neutralizantes.

Los anticuerpos (IgG1) frente a las proteínas de la envuelta gp120, gp41 del virus inducen fenómenos de citotoxicidad celular dependiente de anticuerpo (CCDA). Este fenómeno termina con la muerte de la célula recubierta de complejos antígeno-anticuerpo, reconocida por células NK y otras células macrofágicas y PMNs fundamentalmente. En principio, esta CCDA es crucial en el período precoz tras la infección para eliminar células infectadas o a punto de ser infectadas. La inducción de fenómenos de CCDA mediante vacunas es un objetivo inmediato y la razón para indicar la inmunización pasiva con anticuerpos anti-proteínas de cubierta del VIH en individuos recién expuestos o en contacto con el virus o en madres infectadas previamente al parto. Sin embargo, se ha demostrado que cepas de VIH neutralizadas con anticuerpos pueden mutar y hacerse resistentes o potenciarse a través de los mismos anticuerpos. Y que la inmunización de sujetos con una cepa viral particular induciría anticuerpos neutralizantes para esa cepa pero, anticuerpos facilitadores de infección por otras cepas diferentes en otras partes del mundo. Es muy difícil discernir qué regiones de la envuelta inducirán anticuerpos neutralizantes sin anticuerpos facilitadores (favorecen la infección por medio del C o receptor Fc)




VIH. Indalecio Miguel Sánchez Onrubia

VIH

Bibliografía:

Fauci AS, Lane HC. Enfermedad por el virus de la inmunodeficiencia humana: SIDA y procesos relacionados. In: Fauci AS, Braunwald E, Isselbacher KJ, Wilson JD, Martin JB, Kasper DL, Hauser SL, Longo DL editores. Harrison. Principios de Medicina Interna. 14 ed. Madrid: McGraw-Hill; 2000. p. 2034-2107.
El virus de la inmunodeficiencia humana, más conocido por el acrónimo VIH, se trata de una infección vírica que produce el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). El virus, aislado por primera vez en 1983, es un virus ARN de la familia de retrovirus (Retroviridae) que pertenece a la subfamilia lentivirus. Su característica esencial es la transcripción inversa de su ARN genómico a ADN gracias a la actividad de la enzima transcriptasa inversa.
La infección por el VIH es preferentemente una enfermedad de transmisión sexual en todo el mundo, tanto por contactos homosexuales como heterosexuales, siendo el coito anal receptivo el que más probabilidades infectivas confiere, así como el contagio del varón a la mujer. Siendo mucho menos eficaz la transmisión mediante sexo oral. El VIH puede transmitirse a través de sangre y hemoderivados, incluso mediante la utilización de material inerte contaminado como puedan ser agujas o jeringuillas. El VIH también puede transmitirse al feto durante el embarazo incluso desde el primero y segundo trimestre, sin embargo, la frecuencia de la transmisión maternofetal alcanza su máximo en el periodo perinatal, alcanzado cifras el torno al 25% en casos de madres no tratadas, evitándola si el embarazo es controlado, se administra tratamiento antirretroviral a la madre, se programa cesárea y se desestima la lactancia materna, ya que ésta última produce un riesgo atribuible del 7 al 22%.
Lo característico de la enfermedad causada por el VIH es la profunda inmunodeficiencia que deriva principalmente de un déficit progresivo, cuantitativo y cualitativo de la subpoblación de linfocitos T que expresan CD4, molécula que se encuentra en la superficie de los mismos y que funciona como el principal receptor celular del VIH. Cuando el número de LT CD4+ desciende por debajo de 350células/mm3 el paciente queda expuesto a infecciones oportunistas y neoplasias,  que si llegan a disminuir a 200células/mm3 definen el cuadro de SIDA. La Terapia AntirRetroviral de Gran Actividad (TARGA) que consiste en la asociación de varios fármacos, debe administrarse para que la carga viral llegue a ser indetectable y el número de células T CD4+ aumente por encima de los niveles de riesgo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Bibliografía. VIH.

García-Lechuz JM, Cisterna R, Lozano R. El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida: Implicaciones médico-quirúrgicas en la atención del paciente infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En: Navarro M. Aspectos inmunológicos de la cirugía. 1 ed. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza; 1997: 333-355.

Desde la aparición en 1.981 del síndrome de inmunodeficiencia humana, un brote epidémico de cinco casos hasta entonces desconocido de neumonía por P. carinii en varones homoxesuales, la enfermedad se fue extendiendo de forma que en los Estados Unidos en 1.992 se registraron más de 1.000.000 de personas infectadas por el VIH y más de 200.000 enfermas de SIDA (casi la mitad fallecidas), siendo la tercera causa más frecuente de mortalidad entre los 25 y 44 años.
La enfermedad comienza con una fase aguda o de infección primaria por el VIH, caracterizada por un cuadro clínico pseudomononucleósico con cefalea, malestar general, mialgias, linfoadenopatías, exantema máculo-eritematoso no pruriginoso, semejando un cuadro gripal de varias semanas a pocos meses de evolución tras la infección y asociado a altos niveles de viremia y antigenemia. En esta fase hay un descenso parcialmente reversible del número de células CD4 con aumento del número de células CD8. El VIH manifiesta su especial predilección y tropismo por los linfocitos T cooperadores o células CD4 que van a ser las células diana de la infección y el marcador biológico más importante en cuanto al pronóstico y evolución de la enfermedad.
IMPLICACIONES DIAGNÓSTICAS Y TERAPEÚTICAS DE LA INFECCIÓN POR EL VIH. INDICACIONES QUIRÚRGICAS.
Los trastornos en el sistema inmune del paciente infectado por el VIH, de alguna forma son comparables con la inmunodeficiencia que se presenta en pacientes traumatizados graves, y quizás las consecuencias de la intervención quirúrgica aplicada en ambos casos conserven cierta similitud.
Por otro lado, muchas intervenciones quirúrgicas en pacientes con SIDA son realizadas en condiciones más favorables que en los pacientes politraumatizados (situaciones urgentes, de shock séptico con gran destrucción tisular, por ejemplo).
Hay ocasiones en las que el cuadro clínico puede no existir, paciente asintomático, o estar formado por síntomas inespecíficos (fatiga, febrícula) y el cirujano debe interpretar el simple hallazgo de una adenopatía.
Mediante la biopsia pulmonar a cielo abierto se puede diagnosticar la presencia de citomegalovirus como agentes responsables de neumonías graves; con la biopsia cerebral se objetivan hallazgos de toxoplasmosis y linfoma cerebral, con casi ninguna complicación quirúrgica; la laparotomía exploradora también puede facilitar diagnósticos.
A pesar de su inmunodeficiencia, el paciente VIH+ tolera bien el trauma quirúrgico, con bajos índices de morbi-mortalidad relacionados con la intervención quirúrgica. La decisión de operar a un paciente infectado por VIH, debe basarse en el conocimiento de su estado inmunológico, en las ventajas e inconvenientes de la operación y en el momento clínico del paciente.

viernes, 18 de noviembre de 2011

BIBLIOGRAFÍA.Nº8. VIH-SIDA. 14/11/2011.SACRAMENTOS MARTINEZ MORCILLO .

BIBLIOGRAFÍA. Nº8 VIH, SIDA. 14/11/2011.SACRAMENTOS MARTINEZ MORCILLO.

Regueiro JR, López Larrera C.Defectos de la Inmunidad: Las inmunidefeciencias.
En: Inmunología Biología y patología del Sistema inmune.2º ed. Madrid: Médica Panamericana.S.A.1997:128-139.

He escogido este libro porque me ha gustado como explica estos dos términos, puesto que lo hace de una forma clara diferenciándolos perfectamente, aunque es cierto, que respecto a los avances que hay, hoy en día , el libro, debido al año en que se publicó está obsoleto.

En 1981 se describe por primera vez una enfermedad rara que afecta directa y profundamente al sistema inmunológico y al sistema nervioso, y que se denominó SIDA. Dos años más tarde, en 1983, se identificó el causante de esta enfermedad: el virus de la inmunodeficiencia humana, o VIH.

El VIH pertenece a la familia de los retrovirus: su material genético está formado por ARN, el cual necesita ser copiado a una doble hebra de ADN para integrarse en el genoma de la célula que infecta (leucocitos T CD4). Este proceso lo lleva a cabo gracias a la enzima transcriptasa inversa.

Cuando un individuo es infectado por VIH puede permanecer asintomático o desarrollar una primera fase con fiebre, náuseas, vómitos y exantemas. En ese punto ya se produce la serocombersión. Tras esta fase inicial aparece un periodo de duración variable (de dos a diez años), en la que el individuo aparece asintomático. En este periodo la sangre permanece libre de virus, pero el VIH continua replicándose en tejidos linfoides, nerviosos. La infección crónica causa una reducción progresiva y continuada del número de linfocitos T, con el consiguiente deterioro del sistema inmune. Este periodo asintomático termina con la aparición de las primeras manifestaciones clínicas(fiebre, pérdida de peso, diarreas, energía cutánea, etc.), que se denomina en conjunto complejo relacionado con el SIDA (CRS), junto con las primeras infecciones oportunistas (Herpes Zoster, candidiasis oral, tuberculosis), que son los indicadores de la progresión a SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) en un plazo corto de tiempo. La primera manifestación de SIDA es la neumonía, a la que siguen numerosas infecciones oportunistas. diferentes neoplasias y trastornos neurológicos.