CUIDADOS PALIATIVOS EN ATENCIÓN PRIMARIA.
Este libro está integrado integramente a los cuidados paliativos.
Bibliografía:
López Martínez R, Nespral M, Rexach L, Gómez R, Pérez N. cuidados paliativos en atención primaria. En: Espejo M D. Cuidados paliativos.1ed. Madrid:Paradigma;2000.p. 139-173.
Los cuidados paliativos se basan en el tratamiento del control del dolor y de los demás síntomas físicos y psicosociales, de forma continuada hasta el último momento de la vida para conseguir mejorar o mantener la calidad de vida, mediante el alivio del sufrimiento producido por la enfermedad tumoral, tanto en el paciente como en su entorno familiar. Para ello se requiere de un equipo multidisciplinar cuyo objetivo será el bienestar del paciente. Dentro de este equipo se encuentra la enfermería, que además de realizar técnicas y administración de medicamentos, llevará a cabo intervenciones como: la exploración del paciente en la primera visita; valorar durante el seguimiento de la evolución de los síntomas y problemas detectados con anterioridad; detectar posibles complicaciones que puedan surgir, tanto al paciente como a la familia; comprobar la correcta administración de los tratamientos prescritos y los mecanismos de confort, corrigiendo los errores; educar a la familia sobre los cuidados básicos (higiene, alimentación…) como de los específicos (curas, tratamientos…); registrar los datos de interés en la historia cínica; etc.
El síntoma más frecuente que determina la calidad de vida del paciente es el dolor. Antes de iniciar el tratamiento es esencial alcanzar un diagnostico exacto del síndrome doloroso. La O.M.S. propone una “escalera analgésica” limitada a un pequeño número de fármacos, para su fácil y correcto manejo. Corresponden al primer escalón los fármacos no opiáceos entre ellos destacar el ácido acetilsalicílico, paracetamol y los AINES (antiinflamatorios no esteroideos), pudiéndose administrar junto con coadyuvantes. El segundo escalón corresponden a fármacos opiáceos débiles como la codeína, también pudiéndose administrar con coadyuvantes. El tercer escalón corresponde con fármacos opiáceos potentes, cuyo fármaco de elección es la morfina.
Otros síntomas comunes en la fase terminal corresponden con síntomas digestivos (náuseas y vómitos, estreñimiento, anorexia / caquexia, diarrea, obstrucción intestinal, disfagia), síntomas respiratorios (disnea, tos, hipo), síntomas neuropsiquiátricos (ansiedad, depresión, cuadro confusional, insomnio), síntomas urológicos (incontinencia, retención urinaria, espasmo vesical, hematuria).
Además de actuar en los síntomas anteriores se debe atender también a cuidados generales, así se deberá atender a la higiene corporal y del medio físico, a la alimentación y nutrición, a los cuidados de la boca como de la piel (especialmente evitar úlceras por presión).
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