¿Qué es un traumatismo, herida y contusión?
Herida: lesión traumática de la piel y/o mucosas con solución de continuidad de las mismas y afecciones variables de las estructuras adyacentes.
Las causas pueden ser múltiples pero se engloban en accidentales o quirúrgicas.
Los síntomas son: Hemorragia, dolor y separación de bordes.
Traumatismo: Lesión de los tejidos por agentes mecánicos, generalmente externos. Dependiendo de pérdida o no de continuidad de la piel hablaremos de contusión o herida.
Contusión: En la contusión se dañan los tejidos internos quedando íntegra la piel, por tanto sin hemorragia externa, mientras en las heridas se produce una continuidad de la piel.
Características clínicas de una herida
Las heridas presentan fundamentalmente tres síntomas: dolor, hemorragia y separación de bordes.
Dolor: producido por la irritación de las terminaciones nerviosas.
Hemorragia: arterial, venosa o capilar, según la lesión de los vasos sanguíneos.
Separación de bordes: el grado de separación de los bordes de la herida está relacionado con el agente traumático y las características anatómicas regionales.
Diferencias entre fases y tipos de cicatrización.
Las heridas curan por dos mecanismos básicos: regeneración tisular o cicatrización.
Regeneración: las células lesionadas se regeneran.
Cicatrización: el tejido muscular y nervioso no tiene capacidad de regeneración, se compensa la pérdida mediante hipertrofia de las células circulantes. Es un proceso de sustitución de las células muertas o lesionadas por tejido conectivo fibroso. Es un proceso irreversible.
Cicatrización por primera intención: se ponen los tejidos en aposición (contacto), por medio de sutura. Pérdida mínima de tejido y las células de ambos bordes están en contacto.
Cicatrización por segunda intención: heridas con una pérdida de sustancia importante, no permiten la aproximación de bordes, produciendo una mayor reacción inflamatoria y cicatrices mayores.
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